OPUS MEI
Josep Pernau
Una lima para Josep Maria Sala
Que no falte el humor. Es necesario en todos los momentos de
la vida, sobre todo en aquellos en los que el ánimo no parece
predispuesto. Han demostrado tenerlo el señor Josep Maria Sala
antes de su ingreso en prisión y sus compañeros de agrupación
de Sants-Montjuïc, que le hacían entrega de una lima.
Se la guardará como recuerdo y hasta algún día la lucirá
enmarcada. Ha sido un simpático gesto de la militancia, que se
ha de agradecer. No consta que la intentara pasar por los
controles de Can Brians. Debió hacerlo, aunque sólo fuera para
poner al funcionario en un compromiso. "Home, senyor Sala, no
foti". Las cámaras de televisión podían haber captado unas
imágenes memorables en las puertas del recinto. Pero la lima
es símbolo de una libertad conseguida con malas artes y una
persona que renuncia a pedir el indulto, que no le restituiría
el honor, no segará los barrotes como si fuera un chorizo.
El señor Sala, como sus compañeros de cautiverio en el mismo
Can Brians, en Madrid y Canarias, se convertirán en presos
incómodos. No porque vayan a chinchar a los funcionarios, que
no tienen ninguna culpa de que les hayan enviado a internos de
tan especial significación, sino porque dirigentes y personas
de otros partidos, que obraron igual, pueden ver en ellos su
propia imagen, con la diferencia de que la justicia fue en su
caso más generosa. Si estuvieran todos en la cárcel, en los
recintos penitenciarios habría una amplia representación de
todos los partidos que han tocado poder, bastante ajustada al
arco parlamentario. Alguno debe tener aún alguna cuenta
pendiente y lo lógico será que se actúe con el mismo rigor. La
ley es igual para todos, pero en la actuación de cada día se
ha de demostrar.
Algunos querían la foto de unos dirigentes socialistas en el
momento de entrar a la cárcel. Ya la han conseguido. Ahora la
imagen resulta incómoda y surgen voces que instan un pacto
global que les indulte y que haga innecesarias las trampas
para financiar a los partidos políticos.
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